Todo Vale
De los tristes es el reino de la nostalgia
y
desde ese páramo no
florece la palabra...
-Ernest Heminway.
En el amor, todo vale y nada cuenta, cuando
es del bueno. Él le regaló un pañuelo
y con él su corazón.
Candorosos se acercan al altar y mil
promesas se regalan con ilusión, con sus sueños no contados e intenciones
esbozadas. Dos vertientes se confunden
en la flor.
Más
el destino empecinado va surcando el tiempo, rebanando, separando.
Un... -Hoy no.
Un… -Llego luego.
Un llanto agudo.
La tristeza, el descontento, todo hiere como
púas de un nopal.
Helada indiferencia se llega a hincar en la
tierra caliente y seca.
-¡Ay! A ver cómo
le haces, ya no doy para más.
La cantina que embrutece y ya no hay lugar. Ella, sollozando en la tierra de San Juan. El llanto que enternece, el vástago crece y
crece.
Luces de mil colores, el fuego, el canto,
el sol, surgen dónde el -Me arrepiento,
aparece y, el perdón se deja sentir.
Más parece un rosario de ortigas que
acabará y, acaba muy pronto en un rincón. Con el mismo olvido que el pañuelo en
un cajón.
21 de marzo de 2015.
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